Nuestro porqué

EL PORQUÉ

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Aquel día, cuando nuestro profesor de Ética nos propuso participar en el concurso Euroscola, pasamos toda la clase hablando sobre Europa, y sobre lo que significaba ser ciudadanos europeos.

Nos contó que el lema de Europa es “unida en la diversidad”, y poco a poco fuimos entendiendo el significado de esas cuatro palabras.

Nos hablo de valores, y de lo importante que eran para conseguir los objetivos de un proyecto común.

Al finalizar la clase, ya nos había convencido para Participar en este proyecto. Acabábamos de dar el primer paso para actuar como auténticos ciudadanos activos de la Unión Europea.

Decidimos que el título de nuestro proyecto sería “unidos en la diversidad”. Quisimos hacer un juego de palabras tomando como referencia el lema de la Unión Europea. También cada uno de nosotros somos diferentes, pero si todos trabajábamos unidos, podríamos sacar adelante lo que nos habíamos propuesto.

Leímos las bases del concurso, entre ellas aparecía la palabra sorprender. Pensamos que lo primero que debíamos hacer era sorprendernos a nosotros mismos, ver hasta dónde éramos capaces de llegar. Las ideas no tardaron en llegar. Ahora la cuestión era ponerlas en práctica.

Otra de las palabras que nos llamó la atención fue difusión. Debíamos difundir el proyecto. Decidimos que el reto no debería circunscribirse solamente al ámbito de nuestro centro. Si realmente queríamos que fuese un reto, deberíamos hacer que nuestro nuestra voz se oyese también fuera de nuestro recinto. La idea no tardó en aparecer, llevaríamos el mensaje de Europa a los alumnos de un colegio de primaria.

Sabíamos que no podíamos esperar que la gente viniese a nosotros. Ya habíamos entendido el significado de la palabra activos. Para materializar nuestras ideas, deberíamos ser nosotros los que incitásemos a la gente a participar.

Por último, pensamos que ese día cada uno de nosotros debería parecer diferente, y destacan sobre el resto. Lo mejor sería maquillarnos la cara con la bandera de algunos de los países de la Unión Europea.

Ya teníamos claro lo que queríamos hacer, ahora sólo era cuestión de ir cuajándolo poco a poco en diferentes actividades.

No estábamos solos, sabíamos que mucha gente a nuestro alrededor compartía nuestra inquietud. Poco a poco fuimos implicando a profesores y alumnos para que colaborasen con nosotros y nos prestasen su apoyo. El resultado fue más que satisfactorio.

Realmente, la experiencia ha sido gratificante. En el Instituto se ha vivido un día diferente. Todos lo hemos disfrutado. Por unas horas, nos hemos sentido ciertamente unidos. Fue emocionante ver aquellos globos que habíamos lanzado con los mensajes de nuestros compañeros surcando el cielo.

Nuestros objetivos se han quedado pequeños. Hemos conseguido más de lo que pretendíamos. Como muestra, destacar, que la directiva de nuestro centro ha propuesto que a partir de ahora, en este centro todos los 9 de mayo se celebrará el día de Europa.